

La importancia de la dieta se ha reconocido desde la contigüidad, ya desde el antiguo Egipto se restringía la ingestión de grasas de origen animal, pues como en esa cultura era costumbre embalsamar a los muertos, los médicos se daban cuenta los estragos que la grasa de origen animal causa en el sistema cardiovascular, dando origen a las muertes repentinas, accidentes cardiovasculares y cerebrovasculares, gangrena, etc., se ahí derivan las reglas de alimentación impuestas por los israelitas y judíos y que están redactadas en la Biblia.
Mas tarde en ella edad media se sabía que el origen de casi todas las enfermedades está en el estilo de vida y sobre todo en la cultura alimentaria y Miguel de Cervantes, el gran escritor en lengua castellana consignó en su gran novela "Don Quijote de la Mancha", en un diálogo entre Don Quijote y Sancho: "Debes saber o Sancho, que la oficina de la salud está en el estómago".
De modo que ya sabemos en esta época de grandes avances tecnológicos que eso no ha cambiado y debemos cuidar lo que comemos y los primero es que la dieta sea balanceada: 50% de carbohidratos, 35% de proteínas, y 15% de grasas, los carbohidratos deben ser complejos es decir integrales, las grasas poliinsaturadas y las proteínas de alta calidad o sea de origen vegetal de preferencia o de pescado. Además suficiente en calorías, vitaminas, minerales, agua y fibra y desde luego todo preparado con mucha limpieza.
Saludos afectuosos a todos.
Dr. Díaz.